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Las ideas son
objetos mentales que nacen de la dinámica entre el
medio exterior y el sistema cerebral
interno. Gracias a estos estímulos externos percibidos por cualquiera de las
vías inteligentes, se activa la razón. Esta trata de discernir las propiedades
de cada objeto ideal y de discernir las relaciones entre las distintas ideas en
base a la necesidad del propio individuo, los datos externos
memorizados y los recuerdos naturales. Todo ello da forma al razonamiento.
La coherencia
normalmente se refiere a un conjunto de actividades mentales consistentes en
conectar unas ideas con otras de acuerdo a ciertas reglas o también puede
referirse al estudio de ese proceso. En este
sentido amplio, se observa la dinámica del razonamiento y como facultad a la
especie humana permitiéndola entender el medio, usando esa facultad de forma
consciente y volutiva.
El término
razonamiento se define de diferente manera según el contexto, normalmente se
refiere a un conjunto de actividades mentales consistentes en conectar unas
ideas con otras de acuerdo a ciertas reglas o también puede referirse al
estudio de ese proceso. En sentido amplio, se entiende por razonamiento la
facultad humana que permite resolver problemas.
Se llama también
razonamiento al resultado de la actividad mental de razonar, es decir, un
conjunto de proposiciones enlazadas entre sí que dan apoyo o justifican una
idea. El razonamiento se corresponde con la actividad verbal de argumentar. En
otras palabras, un argumento es la expresión verbal de un razonamiento.
El presente trabajo se va a
realizar con la finalidad de obtener más conocimiento sobre el
razonamiento y sus tipos, las inferencias y sus tipos, las ideas, premisas.
DESARROLLO
Para el evolucionismo, el razonamiento es "una
actividad inferencial, más que compartimos con algunos animales de
nuestra escala
evolutiva". La teoría de la evolución dice que no somos una especie al
margen de las otras especies. Algunas investigaciones han
mostrado que los chimpancés son capaces de llevar a cabo procesos
inferenciales. Se cuestiona la concepción tradicional. No obstante, hay una
limitación en el tipo de inferencias que pueden llevar a cabo los animales.
Concepción
cognitiva.
Para esta
concepción, el razonamiento es "aquella actividad que tiene un objetivo preciso
pero que no suele usar procedimientos
rutinarios" (Jonson-Laird.) Los procesos deductivos no se realizan,
generalmente, de forma automática. Es independiente del sustrato físico. Aunque
animales y humanos realicen inferencias, es independiente del sustrato físico,
ya que los ordenadores resuelven problemas de lógica, tanto
inductivos como deductivos.
Premisas: Se denomina
premisa a cada una de las proposiciones de un razonamiento que dan lugar a la
consecuencia o conclusión de dicho razonamiento. Las premisas son expresiones
lingüísticas que afirman o niegan algo y pueden ser verdaderas o falsas.
A veces se define el razonamiento
como la capacidad de partir de ciertas proposiciones o ideas previamente
conocidas (premisas) y llegar a alguna proposición nueva (conclusión)
previamente no conocida de modo explícito. Este tipo de definición se
corresponde más o menos con el razonamiento lógico deductivo. Sin embargo, se
considera que en la habilidad humana de argumentar, razonar y rebatir
intervienen igualmente la imaginación, las percepciones, los pensamientos y los
sentimientos, siendo los razonamientos de los seres humanos raramente de tipo
lógico-deductivo. En este sentido más amplio el razonamiento no sólo es
cuestión de la lógica, sino también de la filosofía, la psicología o la inteligencia artificial. La
habilidad humana del razonamiento se compone de diversos componentes:
Razonamiento
lógico o quasi-lógico: que incluiría el razonamiento deductivo y el
razonamiento inductivo.
Los razonamientos
pueden ser válidos (correctos) o no válidos (incorrectos). En general, se
considera válido un razonamiento cuando sus premisas ofrecen soporte suficiente
a su conclusión. Puede discutirse el significado de "soporte
suficiente", aunque cuando se trata de un razonamiento no deductivo, el
razonamiento es válido si la verdad de las premisas hace probable la verdad de
la conclusión. En el caso del razonamiento deductivo, el razonamiento es válido
cuando la verdad de las premisas implica necesariamente la verdad de la
conclusión.
Los razonamientos
no válidos que, sin embargo, parecen serlo, se denominan falacias.
El razonamiento
nos permite ampliar nuestros conocimientos sin tener que apelar a la
experiencia. También sirve para justificar o aportar razones en favor de lo que
conocemos o creemos conocer. En algunos casos, como en las matemáticas, el
razonamiento nos permite demostrar lo que sabemos es que aquí hace falta el
razonamiento cuantitativo.
El termino
razonamiento es el punto de separación entre el instinto y el pensamiento, el
instinto es la reacción de cualquier ser vivo. Por otro lado el razonar nos
hace analizar, y desarrollar un criterio propio, el razonar es a su vez la
separación entre un ser vivo y el hombre.
Razonamiento no-lógico:
.Existe otro tipo
de razonamiento denominado razonamiento no-lógico o informal, el cual no sólo
se basa en premisas con una única alternativa correcta (razonamiento
lógico-formal, el descrito anteriormente), sino que es más amplio en cuanto a soluciones,
basándose en la experiencia y en el contexto. Los niveles educativos más altos
suelen usar el razonamiento lógico, aunque no es excluyente. Algunos autores
llaman a este tipo de razonamiento argumentación. Como ejemplo para ilustrar
estos dos tipos de razonamiento, podemos situarnos en el caso de una
clasificación de alimentos, el de
tipo lógico-formal los ordenará por verduras, carnes, pescados, fruta, etc. en cambio el tipo
informal lo hará según lo ordene en el frigorífico, según lo vaya cogiendo de
la tienda, etc.
En este
razonamiento se generaliza para todos los elementos de un conjunto la propiedad
observada en un número finito de casos. Ahora bien, la verdad de las premisas
(10.000 observaciones favorables) no convierte en verdadera la conclusión, ya
que en cualquier momento podría aparecer una excepción. De ahí que la
conclusión de un razonamiento inductivo sólo pueda considerarse probable y, de
hecho, la información que obtenemos
por medio de esta modalidad de razonamiento es siempre una información incierta
y discutible. El razonamiento sólo es una síntesis
incompleta de todas las premisas.
En un razonamiento
inductivo válido, por tanto, es posible afirmar las premisas y,
simultáneamente, negar la conclusión sin contradecirse. Acertar en la
conclusión será una cuestión de probabilidades.
Razonamiento cuantitativo:
relacionado con
la habilidad de comparar, comprender y sacar conclusiones sobre cantidades,
conservación de la cantidad, etc.
Razonamientos e inferencias
El término «razonamiento»
tiene dos acepciones (que el diccionario recoge en una sola: «acción y efecto de
razonar» ): una procesal (la actividad del
agente que razona) y otra funcional (la
relación entre las premisas y la conclusión).
Una inferencia es
simplemente un razonamiento formal, en el
sentido de que lo importante es la forma de las premisas y la conclusión y la
relación entre ellas, no su contenido.
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Razonamientos deductivos
El adjetivo «válido» , aplicado a un razonamiento, es sinónimo
de «deductivo» . Esto quiere decir que si
las premisas son verdaderas entonces la conclusión con seguridad lo es también.
Esta idea reviste gran importancia, de modo que vamos a ilustrarla con un
ejemplo:
Premisa1:
Todos
los libros sobre ordenadores son terriblemente aburridos
Premisa2:
Éste
es un libro sobre ordenadores
Conclusión:
Este
libro es terriblemente aburrido
Sobre la verdad o falsedad
de estas dos premisas y de la conclusión pueden darse todas las combinaciones
posibles, salvo una. En efecto, se puede «poner en duda» , o, mejor dicho,
negar (en la lógica que estamos considerando de momento no se puede representar
la dudar: las afirmaciones son o bien verdaderas o bien falsas) alguna de las
premisas, o ambas, y considerar la conclusión falsa. Pero también se puede
negar cualquiera de las premisas y considerar la conclusión verdadera (las
premisas no son necesarias para la
conclusión). Lo que de ninguna manera es posible es que, razonando
correctamente, se esté de acuerdo con ambas premisas y no con la conclusión
(las premisas son suficientes para la
conclusión).
Razonamientos
inductivos
En un razonamiento
puramente deductivo las premisas respaldan totalmente a la conclusión. Pero hay
otro tipo de razonamiento en el que las premisas respaldan la conclusión con
cierta «fuerza» : tanto mayor es la fuerza cuanto mayor sea el número de
premisas. El ejemplo clásico es el del observador que ve cisnes y hace este
razonamiento:
En el razonamiento
deductivo estamos seguros de que si las premisas son verdaderas la conclusión
también lo es; ahora, claramente, no. Por otra parte, en el deductivo la
conclusión puede ser verdadera aunque haya premisas falsas; aquí no: la
falsedad de una premisa invalida la conclusión. Por eso suele decirse que el razonamiento deductivo preserva la verdad,
mientras que el razonamiento inductivo preserva la
falsedad.
El razonamiento deductivo,
generalmente, va de lo general a lo particular,
puesto que, normalmente (aunque no necesariamente) incluye alguna premisa de
tipo general. El razonamiento inductivo que acabamos de ver es un razonamiento
por generalización, que va de lo particular a lo general. Pero hay otros
razonamientos inductivos que proceden por analogía.
Baste un par de ejemplos:
La generalización
inductiva es importante en el campo de la adquisición de conocimiento mediante
aprendizaje y en la minería de datos. El razonamiento por analogía lo es en los
sistemas de conocimiento basados en casos.
CONCLUSION
El razonamiento
es una operación lógica mediante la cual, partiendo de uno o más juicios, se
deriva la validez, la posibilidad o la falsedad de otro juicio distinto. Ya que
por lo general, los juicios en que se basa un razonamiento expresan
conocimientos ya adquiridos o, por lo menos, como una hipótesis.
Cuando se
realiza rigurosamente un juicio se
desprende con necesidad, el razonamiento recibe el nombre de inferencia. Los
juicios que sirven como punto de partida son llamados premisas y realiza la función de ser las
condiciones de la inferencia. El resultado que se obtiene, o sea, el juicio
inferido como consecuencia, es llamado conclusión.
Así nos permite
extraer de los conocimientos ya establecidos, otro conocimiento que se
encuentre y este resulte posible. Cuando en la conclusión se llega a un
conocimiento menos general que el expresado.
En todo caso,
lo que se obtiene como conclusión del razonamiento es simplemente un juicio de
posibilidades, o lo que es lo mismo, una hipótesis.
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